LOS 10 PRINCIPIOS DE UNA DIETA EFICAZ

1. Come alimentos reales, integrales y mínimamente procesados.
– Si no lo puedes cazar, pescar, plantar, criar o fermentar, no debes comerlo con frecuencia.

 

– Si no era alimento hace 100 años, ahora tampoco.

 

– Si viene en una caja o envasado en plástico, lo más probable es que no sea comida, sino un producto alimentario.

2. Come alimentos lo más cerca de su estado natural posible.

 

– Lo ideal es que carne, huevos y lácteos, vinieran de animales criados en pastoreo, evitando aquellos que proceden de animales en granjas de afinamiento.

– Come normalmente las versiones enteras (no desnatadas, o desgrasadas) de estos alimentos para una mayor absorción de nutrientes.

– La producción debería ser de fuentes locales, de temporada siempre que sea posible.

3.Come lentamente hasta que estés satisfecho, no lleno.
– Intenta que las comidas que hagas duren unos 15-20 minutos, ya que es lo que tarda tu cerebro en reconocer que has comido lo suficiente.

– Para objetivos como perder peso, mantenerlo o salud en general, come solo hasta que estés satisfecho, no hasta estar lleno.

4. Come proteína con cada comida.
– Consumir proteína estimula la construcción de músculo y mejora la recuperación tras el ejercicio.
– La proteína mantiene la masa muscular cuando estás intentando perder grasa.

– La proteína es el macronutriente más saciante, manteniéndote satisfecho por más tiempo.

5. Come al menos una ración de verdura y/o fruta cada vez que comas.
– Es una manera fácil de llegar a las 5-10 porciones diarias de verduras y frutas.

– Estos alimentos contienen potentes fitonutrientes antienvejecimiento, antioxidantes, vitaminas y minerales que ayudan a optimizar la salud.

6. Come grasas sanas con la mayoría de las comidas.
– La grasa es esencial y necesaria para una correcta producción hormonal, formación celular, función inmunitaria y salud en general.
– No tengas miedo de las grasas saturadas mientras procedan de alimentos que cumplan los principios 1 y 2.

– Minimiza el consumo de aceites vegetales industriales: maíz, soja, girasol, etc.

7.Come carbohidratos de calidad con la mayoría de las comidas, sobre todo alrededor del ejercicio.
– Una buena parte del consumo de carbohidratos debería proceder de frutas y verduras con alta densidad nutricional.

– El consumo de almidones debería proceder mayormente de opciones integrales y mínimamente procesadas.

– Minimiza el consumo de azúcar añadido y jarabe de maíz de alta fructosa (HFCS).

8. Consume bebidas con pocos ingredientes y pocas calorías la mayoría del tiempo.
– Las calorías líquidas pasan desapercibidas para el cuerpo, de manera que se añaden rápidamente.

– Las mejores opciones incluyen agua, té y café solo. Las leches sin edulcorantes añadidos, zumos frescos y alcohol son válidos en moderación.

9. Utiliza suplementación cuando sea oportuno.
– Utiliza suplementos para mejorar (no reemplazar) una dieta equilibrada y sana.
– La mejor opción son aceite de pescado, vitamina D, probióticos, multavitamínicos y proteína en polvo.

– Estos son los suplementos más beneficiosos para incluir cuando el resto de la dieta es sólida.

10.¡Vive un poco!
– Rompe las reglas de vez en cuando.

– Solo tienes que comprender que “de vez en cuando” no significa “a diario”.

– No tengas miedo de comerte una porción de tarta o unas cuantas patatas fritas, simplemente no hagas un hábito de ello.

 

– No seas siempre la persona que no come nada en los actos sociales. No está mal (es incluso bueno) no ser perfecto.

 

 
Post escrito por Toño Asensio y adaptado de Brian St. Pierre