¿De verdad no existe algúnos ejercicios milagrosos los cuales me hagan perder estos kilos de más?, ¿Cuánto más sude no será mejor?, ¿Y esas máquinas que he visto en la tele para perder grasa en la barriga?

Estas son algunas de las preguntas que solemos escuchar en los centros de entrenamientos a la vuelta de las vacaciones, a las cuáles daremos solución, porque ponerse en forma o perder esos kilos de más requiere de esfuerzo y constancia. A cualquier persona le encantaría poder adelgazar o conseguir su objetivo en un tiempo record, por ello multitud de productos “milagrosos” son vendidos diariamente. Sin embargo, estos pueden ser más perjudiciales que beneficiosos.

Es frecuente encontrarnos durante estos últimos meses veraniegos recetas de ejercicios físicos cuyos efectos para la pérdida de peso o porcentaje graso parecen casi un milagro. Y es que, en verano disfrutamos de tener días con más horas de sol, aprovechamos nuestras vacaciones para viajar por todo el mundo, gozamos con un buen día de playa, realizamos una mayor actividad social y, con todo ello, descuidamos los hábitos alimenticios saludables que veníamos siguiendo que, junto con la reducción de nuestros programas de entrenamientos, resulta en un aumento de nuestra grasa corporal.

          Aunque sigue extendido el mito de la pérdida de grasa localizada, éste no existe y, ni mucho menos ejercitar un músculo determinado nos hará perder masa grasa en esa zona ejercitada. Esto ocurre en cualquier parte de nuestro cuerpo, aunque la más famosa y popular es la pared abdominal.

Así, podemos encontrar aún en el mercado productos como “Ab Circle” o “Abdominator”. Dónde, en cuya publicidad, podemos leer cosas como que además de trabajar toda la musculatura del CORE, nos ayudará a “tonificar” y perder grasa en tan solo 3 minutos. Demasiado bueno para ser verdad ¿No creéis? Y es que debemos de tener cuidado con este tipo de publicidad, primero porque en ninguno de ellos se habla de la dieta, cuando ésta es fundamental para la pérdida de grasa junto con un programa de ejercicios que aumente el gasto energético.

Sachin y sus colabores realizaron un estudio titulado “Efecto del ejercicio abdominal sobre la grasa abdominal” en cuyas conclusiones es posible leer que los ejercicios abdominales aumentan la fuerza de la musculatura abdominal pero no son efectivos para disminuir el porcentaje de grasa abdominal. Así, sugieren que los ejercicios para los abdominales por sí solos no será suficiente para reducir el perímetro de cintura o eliminar la grasa abdominal subcutánea.

          La pérdida de peso es un término global, y la quema de grasa conseguida con una buena alimentación se produce a nivel de todo el organismo, de forma simultánea.

          Si los ejercicios abdominales no nos ayudarán, por si solos, a perder grasa abdominal tampoco lo harán las fajas. Muchas son las veces que habremos visto a personas entrenando con fajas o, incluso, con bolsas de plásticos.

Esto lo único que provocará es aumentar la sudoración de la zona, lo que nos lleva a otra creencia popular, “el sudor es signo de pérdida de masa grasa”. La realidad es bien distinta, y es que el sudor es un mecanismo de nuestro organismo para enfriarse y mantenerse en temperaturas estables. Al colocar una tela o plástico sobre una zona, limitamos el paso del aire, dificultando el enfriamiento por medio de éste, haciendo que nuestro organismo comience a generar sudor para enfriar la zona y así mantener una temperatura estable que permita al organismo trabajar sin complicaciones.

          Por tanto, la faja lo que en realidad causa es una pérdida de líquidos que acelerará una leve deshidratación, que se verá paliada cuando bebamos algún líquido y repongamos esa pérdida de más causada bien por la faja o por una bolsa de plástico. 

  Para una buena intervención en la pérdida de peso será muy interesante escoger ejercicios que sean incorporables en nuestro estilo de vida individual, que este ejercicio cree el placer por la práctica de ejercicio físico y mantener un estilo de vida saludable y activo que perdure en el tiempo. Deberá hacerse de manera progresiva y será mucho más asimilable si seleccionamos aquellos ejercicios que más nos gusten en vez de ir por métodos más llamativos, pero menos adherentes

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