LO QUE DEBES SABER ANTES DE ABRIR UN GRUPO REDUCIDO DE ENTRENAMIENTO

Si trabajas como especialista del entrenamiento deportivo haciendo entrenamientos personales (1:1) y estás pensando darle una vuelta de tuerca a tu negocio, un grupo reducido puede ser una magnífica idea para darle un valor añadido a tu trabajo.

Además los centros que ofertan ejercicios en grupo tienen una tasa más alta de retención de clientes que aquellos que no lo hacen (Steinbach, 2011), ya que promueven la interacción social. Así que ¡enhorabuena!, has elegido un modelo de negocio que está en plena expansión.

Aunque pueda parecer que es más fácil o que podrías utilizar algunos entrenamientos individuales para pequeños grupos, a la hora de la práctica, esto no es así, ya lo explicamos en el artículo de entrenamiento en embarazo y postparto, cuando exponíamos aquel momento en el que nos vemos con un grupo que no es homogéneo en cuanto a nivel de condición física. Las adaptaciones de ejercicios deben estar diseñadas, y la improvisación juega un papel importante para llevarlas a cabo. Pero, ¡OJO! No hay que confundir improvisación del entrenamiento con improvisación a la hora de llevarlo a cabo. Cuando hablamos de improvisación nos referimos a que si has pensado que vas a hacer un ejercicio en parejas y te aparecen un número impar de personas debes tener la capacidad de improvisar una adaptación rápida de dicho ejercicio, por mostrar un simple ejemplo.

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Aquí te exponemos algunos consejos que te ayudarán a planificar las sesiones y a llevarlas a cabo de manera más eficiente. Así que antes de empezar con tu grupo de trabajo debes:

  1. Establecer unos objetivos para los participantes de los grupos. Para ello es necesario estudiar las necesidades de los participantes.
  2. Elegir lo que queremos y no queremos ofrecer y dejarlo bien claro.
  3. Evaluar a cada miembro antes de derivarlo a un grupo u otro.  Para ello es necesario que rellenen un cuestionario de salud, para saber sus hábitos, sus lesiones previas, su motivación y estilo de vida, entre otros. Para ello el Par-Q o un par- Q adaptado a lo que consideres interesante es una buena opción.
  4. Distribuye tu tiempo por igual. Hay que aprender a ofrecer una ayuda por partes iguales a todos los participantes, antes de pasar el tiempo con una sola persona que demande mucha atención. Tienes que asegurarte que has hecho un contacto visual a partes iguales con cada persona.
  5. Gestionar el tiempo con eficacia. Debes ser hábil para no llegar al punto en el que la sesión se haya convertido en un caos. Debes estar atento a lo que cada cliente está haciendo en cada momento, siempre debes pensar en los siguientes ejercicios y en el equipamiento que vas a necesitar para llevarlos a cabo.
  6. Ser capaces de improvisar y adaptar ejercicios. Como decíamos anteriormente, debes estar alerta y modificar aquel ejercicio que no es apropiado para alguno de los miembros. Puede llegar el momento en el que te encuentres con 10 minutos adicionales para añadir a tu clase. Aprovéchalos sabiamente y adáptalos al momento.
  7. Sé permisivo y hazle saber a tus clientes que si no se sienten cómodos con algún ejercicio o si sienten cualquier preocupación deben avisarte de inmediato para tener la oportunidad de hacer algún ajuste.
  8. Motívalos para trabajar cada vez más duro. No esperes a ver a tu grupo aburrido para proponer nuevos retos. A la gente les gusta sentir que en tus clases trabajan más duro que haciéndolo por su propia cuenta. Esto añade valor a las sesiones.
  9. Utiliza los materiales de los que dispongas, no todo el mundo tiene en casa un foam roller por ejemplo, así que dale uso y hazle sentir al cliente que tiene todos los medios para alcanzar los objetivos.
  10. Las clases reducidas son perfectas para educar, cada semana piensa en alguna tarea y llévala a cabo durante toda la sesión, manda ejercicios para casa relacionados con esa tarea y al final de la semana asegúrate que la lección está bien aprendida.
  11.  Mantén el contacto con tus clientes. Si una persona falla a alguna de tus clases preocúpate por qué es lo que le ha pasado, no lo juzgues, simplemente hazle sentir que es una parte importante del equipo.
  12. Fomenta el desarrollo de amistades, como hablamos en el artículo anterior (Aquí) la acción social en los grupos es súper importante para motivar a las personas, deben sentirse como parte de un equipo y todos deben ayudarse para conseguir sus propios objetivos individuales y de grupo.
  13. Mantén siempre una buena actitud hacia los demás, que te vean comprometido, que no sientan que estás preocupado porque no sabes cómo vas a organizar el siguiente ejercicio o que se te escapan algunos detalles de lo que están trabajando. Está claro que la práctica te hará ser mucho más resolutivo/a. Llegar con tiempo, aprenderte los nombres con rapidez,  presentarte en tus primeros días y exponer lo que vas a trabajar son buenos hábitos que debes obligarte a llevar a cabo. ¿Sabías que la mayoría de nuestra comunicación con los demás es lenguaje no verbal con el cuerpo? Las señales no verbales – en especial la postura corporal – tiene 4 veces el efecto de señales verbales. En los primeros 30 segundos de clase tus alumnos ya te han estudiado y han determinado tu capacidad.
  14. Prepárate para más personas de lo imaginado, puede que tus clases estén dando muy buenos resultados y llegará el día en que el número de participantes se duplicará. Si lo has planificado con anterioridad no te pillará por sorpresa y las probabilidades de éxito serán mucho mayores.
  15. Y por último, y uno de los puntos más importantes, diseña cada sesión distribuyendo el tiempo y espacio disponible, sabiendo las oportunidades que nos ofrece el espacio y material que tenemos y haz que el tiempo de espera entre ejercicios sea lo suficientemente necesario para dejarlo claro y lo suficientemente corto para no aburrir.

Espero que hayas disfrutado con esta lectura y recuerda que entrenando en grupo ¡todos ganan! Aprende de cada cliente, disfruta de cada experiencia en tus entrenamientos y haz que cada vivencia te ayude a ser mejor entrenador/a.

              Estoy embarazada o acabo de dar a luz y quiero hacer deporte… ¿dónde acudo?

BIBLIOGRAFÍA

MC Millan, S. (2013) The Do’s and Don’ts of Group Personal Training

MC Millan, S. (2005) Group training Dos and Don´ts

Hollander, H. (2013) Personalization in group training

Rimmer, J. (2011) How to design small group training programs

Escrito por nuestra entrenadora especialista en embarazo y post-parto Mercedes Posadas